Merecemos una vida libre de las secuelas del trauma. Somos capaces y merecemos recuperar nuestro sentido de valía, habitar nuestros cuerpos y habitar en el mundo plenamente, con alegría, fuerza, vitalidad, sanamente interdependientes, con confianza, potencia, y capacidad de agencia.
Mi nombre es Lucia, soy especialista en la recuperación de las violencias machistas desde hace 20 años. Estoy aquí para ofrecerte acompañamiento en la recuperación de las secuelas de las heridas emocionales, para que avances en la construcción de la vida que quieres.
El trauma forma parte de la vida.
Somos innumerables lxs que hemos vivido en la infancia traumas acumulativos i/o agudos fruto de la exposición a un sistema opresivo machista, racista, clasista, adultista…etc.
Si no atendemos esas heridas, se convierten en cadenas invisibles que nos atan a esos momentos de dolor y nos impiden avanzar.
Es cuando escuchamos ese malestar y decidimos buscar soluciones cuando iniciamos el proceso de terapia.
Buscamos ayuda porque nos sentimos mal, y en ese proceso recuperamos nuestra propia voz y fortaleza, incorporamos nuevas capacidades de afrontamiento profundas y duraderas y restauramos nuestra capacidad de apoyarnos amorosamente y sanarnos a nosotrxs mismxs.
Especialidad
en la recuperación de las violencias
machistas, Terapia de integración
y Reprocesamiento del trauma.
Terapia Feminista
Individual
ONLINE
y Presencial
terapia es que
recuperes tu autonomía
y capacidad innata
de autoregularte
Especialidad en la
recuperación de las
violencias machistas,
Terapia de integración
y Reprocesamiento
del trauma.
Terapia Feminista
Individual
ONLINE
y Presencial
terapia es que
recuperes tu autonomía
y capacidad innata
de autoregularte
Terapia Feminista y de Reprocesamiento del Trauma
Siempre he tenido el anhelo de transformar el dolor emocional en energía constructiva y generadora de Sentido Personal y Social.
Creo en la capacidad de recuperación de las personas, y en el proceso terapéutico como espacio relacional encaminado a retornar a cada persona sus propias capacidades de auto-apoyo, cuidado amoroso de sí, autoprotección feroz y recuperación.
Merecemos una vida libre de las secuelas del trauma.
Somos capaces y merecemos recuperar nuestro sentido de valía, habitar nuestros cuerpos y habitar en el mundo plenamente, con alegría, fuerza, vitalidad, sanamente interdependientes, con confianza, potencia, y capacidad de agencia.
Creo que el trauma forma parte de la vida, más también en nuestra capacidad de superarlo.
Vivir en un mundo opresivo, arrastrando esas experiencias tempranas de trauma, es muy agotador. Ya que las micro agresiones y discriminaciones presentes en las relaciones próximas, familiares, laborales, etc. están constantemente haciendo el efecto de “meter el dedo en la llaga” y reactualizando nuestro dolor.
A medida que maduramos, podemos ir haciéndonos conscientes de las intersecciones entre el trauma y las opresiones.
Ampliando nuestra comprensión y claridad, podemos motivarnos a participar en la revolución para cambiar el mundo.
Pero atención: comprender las intersecciones entre opresiones y trauma, no es sinónimo de sanar nuestras heridas.
A la vez que trabajamos por mejorar el mundo, o justo antes, o en el intermedio, hemos de cuidarnos de manera intensa y exquisita, porque si no lo hacemos corremos el riesgo de sentirnos agotadas, desbordadas, “quemadas” y desesperanzadas.
El mejor cuidado que podemos ofrecernos a nosotrxs mismxs, es dotarnos de la posibilidad de atender esas heridas antiguas, que generaron que nos desconectáramos de nuestras emociones y se quedarán ahí encapsuladas, en nuestro cuerpo, esperando a ser liberadas, escuchadas, reconocidas, integradas.
Terapia Feminista y de Reprocesamiento del Trauma
Siempre he tenido el anhelo de transformar el dolor emocional en energía constructiva y generadora de Sentido Personal y Social.
Creo en la capacidad de recuperación de las personas, y en el proceso terapéutico como espacio relacional encaminado a retornar a cada persona sus propias capacidades de auto-apoyo, cuidado amoroso de sí, autoprotección feroz y recuperación.
Merecemos una vida libre de las secuelas del trauma.
Somos capaces y merecemos recuperar nuestro sentido de valía, habitar nuestros cuerpos y habitar en el mundo plenamente, con alegría, fuerza, vitalidad, sanamente interdependientes, con confianza, potencia, y capacidad de agencia.
Creo que el trauma forma parte de la vida, más también en nuestra capacidad de superarlo.
Vivir en un mundo opresivo, arrastrando esas experiencias tempranas de trauma, es muy agotador. Ya que las micro agresiones y discriminaciones presentes en las relaciones próximas, familiares, laborales, etc. están constantemente haciendo el efecto de “meter el dedo en la llaga” y reactualizando nuestro dolor.
A medida que maduramos, podemos ir haciéndonos conscientes de las intersecciones entre el trauma y las opresiones.
Ampliando nuestra comprensión y claridad, podemos motivarnos a participar en la revolución para cambiar el mundo.
Pero atención: comprender las intersecciones entre opresiones y trauma, no es sinónimo de sanar nuestras heridas.
A la vez que trabajamos por mejorar el mundo, o justo antes, o en el intermedio, hemos de cuidarnos de manera intensa y exquisita, porque si no lo hacemos corremos el riesgo de sentirnos agotadas, desbordadas, “quemadas” y desesperanzadas.
El mejor cuidado que podemos ofrecernos a nosotrxs mismxs, es dotarnos de la posibilidad de atender esas heridas antiguas, que generaron que nos desconectáramos de nuestras emociones y se quedarán ahí encapsuladas, en nuestro cuerpo, esperando a ser liberadas, escuchadas, reconocidas, integradas.
¿Cómo ayuda la terapia?
“Las heridas relacionales necesitan curas relacionales”
Como criaturas humanas hemos evolucionado para hacer frente a los traumas inherentes de la vida a través de la interdependencia.
Crecemos cuando nos sentimos en un entorno humano seguro, y nos permitimos confiar, recibir apoyo y apoyar.
Aprendemos a apoyarnos y a apoyar, a través del tipo de apoyo que hemos recibido.
El trauma se produce porque hemos tenido que sostener un acontecimiento emocionalmente doloroso en soledad, y como consecuencia nuestro dolor queda “encapsulado” atrapado en el cuerpo, a la espera de ser liberado, para poder restablecer el equilibrio, la vitalidad.
Cuando hacemos frente a emociones insoportables en etapas tempranas y en soledad, suele ocurrir que tomamos decisiones o llegamos a conclusiones que son muy inteligentes para sobrevivir a ese momento, pero que pueden/suelen generarnos malestar a largo plazo.
Es cuando escuchamos ese malestar y decidimos buscar soluciones cuando iniciamos el proceso de terapia.
Buscamos ayuda para estar mejor, y en ese proceso recuperamos nuestra propia voz y fortaleza, incorporamos nuevas capacidades de afrontamiento profundas y duraderas y restauramos nuestra capacidad de apoyarnos amorosamente y sanarnos a nosotrxs mismxs.
Mi labor terapéutica consiste en acompañarte y ayudarte, a través del modelaje y la práctica, a la incorporación interna de esa mirada observadora, potente y compasiva.
Ya que al internalizarla, vas recuperando tu propia voz, la confianza en tu propio sentir, en tu propia sabiduría y en tu propia fuerza.
El objetivo de la terapia es que vayas recuperando autonomía y tu capacidad innata de autosanar, de protegerte con ferocidad, de cuidarte/cuidar y de acompañarte/acompañar con potencia amorosa.
¿Qué vamos a hacer en la terapia?
- En lo primero que vamos a trabajar es en establecer un marco de seguridad y confianza. Recogeré información para ir conociendo tu historia y poco a poco cuando el clima de confianza esté instalado, vamos a ir abriéndonos a la escucha de lo que ocurrió, observaremos las estrategias de afrontamiento que te ayudaron a vivir esas experiencias.
- Tomaremos conciencia de las decisiones que te viste obligadx a tomar, reconoceremos los aspectos de ti que han quedado dañados, las partes de ti que se convirtieron en recursos que te ayudaron a sobrevivir.
- En el proceso de terapia, a través de la relación terapéutica y apoyándonos en el Método Aleceia de reprocesamiento del trauma, trabajaremos para que puedas ir incorporando una mirada observadora, sabia, fuerte, y compasiva que junto con mi propia mirada te acompañará para segurizarte y dotarte de experiencias y mensajes reparadores, en el momento en que nos abramos a acoger los recuerdos dolorosos.
- En esta ocasión no estarás solx y liberaremos de manera segura y reparadora las emociones encapsuladas. Juntxs trabajaremos para la transformación y recuperación de la energía que quedó ahí atrapada.
¿Qué vamos a hacer en la terapia?
- En lo primero que vamos a trabajar es en establecer un marco de seguridad y confianza. Recogeré información para ir conociendo tu historia y poco a poco cuando el clima de confianza esté instalado, vamos a ir abriéndonos a la escucha de lo que ocurrió, observaremos las estrategias de afrontamiento que te ayudaron a vivir esas experiencias.
- Tomaremos conciencia de las decisiones que te viste obligadx a tomar, reconoceremos los aspectos de ti que han quedado dañados, las partes de ti que se convirtieron en recursos que te ayudaron a sobrevivir.
- En el proceso de terapia, a través de la relación terapéutica y apoyándonos en el Método Aleceia de reprocesamiento del trauma, trabajaremos para que puedas ir incorporando una mirada observadora, sabia, fuerte, y compasiva que junto con mi propia mirada te acompañará para segurizarte y dotarte de experiencias y mensajes reparadores, en el momento en que nos abramos a acoger los recuerdos dolorosos.
- En esta ocasión no estarás solx y liberaremos de manera segura y reparadora las emociones encapsuladas. Juntxs trabajaremos para la transformación y recuperación de la energía que quedó ahí atrapada.
TESTIMONIOS
Lucía me ha acompañado en todo mi proceso sin juicios y con una actitud de aceptación total que me ha ayudado a abrirme e ir volviendo a mi centro para encontrar mi propia fortaleza y afrontar mis miedos y mis viejas heridas. Es una gran profesional con una trayectoria sólida de atención a las mujeres que me ha dado la confianza para recomendarla a otras personas, con la certeza de que encontrarán en ella mucha presencia y apoyo para el cambio profundo.
Alba
Lucía me ha acompañado en todo mi proceso sin juicios y con una actitud de aceptación total que me ha ayudado a abrirme e ir volviendo a mi centro para encontrar mi propia fortaleza y afrontar mis miedos y mis viejas heridas. Es una gran profesional con una trayectoria sólida de atención a las mujeres que me ha dado la confianza para recomendarla a otras personas, con la certeza de que encontrarán en ella mucha presencia y apoyo para el cambio profundo.
Alba
La terapia con Lucia me está permitiendo identificar y sanar esas “heridas emocionales” que todos llevamos, quizá a un nivel no consciente, y por ende, a poder sanarlas. Y es a través de la sanación de esas partes de mi que cargan con el dolor, y de la liberación de esas “cargas”, que puedes ir notando, poco a poco, que todo cambia…, y donde había sombra, ahora hay luz, que donde había dolor, ahora hay alegría, donde había miedo, ahora hay confianza y seguridad… Gracias Lucia, por acompañarme en este maravilloso proceso de curación y transformación interior.
Sandra